6. JUAN JOSE MINGOLLA "PASOS LARGOS"
En 1873 nace en El Burgo (Málaga) Juan José Mingolla Gallardo, más conocido como “Pasos Largos”. Era un hombre alto y flaco y muy aficionado a la caza, a la que se dedicó furtivamente en un comienzo al par que, de forma ocasional, robaba algunos cortijos.
Un día fue denunciado a la Guardia Civil por un cortijero y la Benemérita lo detuvo. La paliza que hubieron de propinarle no hubo de ser pequeña con miras a un escarmiento seguro, pero “Pasos Largos”, lejos de cambiar de vida, juró vengarse en su delator. Y así lo hizo: poco después, el hombre que lo había denunciado y su hijo caían muertos víctimas de dos certeros escopetazos. Fue entonces cuando creció su fama y se echó a la sierra a seguir con sus robos hasta que, tras el secuestro de un ricachón, sale herido y no le queda más remedio que entregarse.
Es juzgado y condenado a cadena perpetua, pero luego, en 1932, fue puesto en libertad por su buena conducta en la cárcel. Empieza a trabajar como guarda en la finca del hombre que años atrás había secuestrado, pero Juan José echa de menos su anterior vida y vuelve a lo suyo: la caza furtiva y el robo.
En una de las huidas de las autoridades, se refugia en la cueva de ‘El Parmito’, Sierra Blanquilla, pero es delatado y en el enfrentamiento que tuvo con la Guardia Civil, recibe dos balazos y cae herido de muerte. Era el día 18 de marzo de 1934.
Un día fue denunciado a la Guardia Civil por un cortijero y la Benemérita lo detuvo. La paliza que hubieron de propinarle no hubo de ser pequeña con miras a un escarmiento seguro, pero “Pasos Largos”, lejos de cambiar de vida, juró vengarse en su delator. Y así lo hizo: poco después, el hombre que lo había denunciado y su hijo caían muertos víctimas de dos certeros escopetazos. Fue entonces cuando creció su fama y se echó a la sierra a seguir con sus robos hasta que, tras el secuestro de un ricachón, sale herido y no le queda más remedio que entregarse.
Es juzgado y condenado a cadena perpetua, pero luego, en 1932, fue puesto en libertad por su buena conducta en la cárcel. Empieza a trabajar como guarda en la finca del hombre que años atrás había secuestrado, pero Juan José echa de menos su anterior vida y vuelve a lo suyo: la caza furtiva y el robo.
En una de las huidas de las autoridades, se refugia en la cueva de ‘El Parmito’, Sierra Blanquilla, pero es delatado y en el enfrentamiento que tuvo con la Guardia Civil, recibe dos balazos y cae herido de muerte. Era el día 18 de marzo de 1934.
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